El desafío de la exposición al frío: los comentarios de Jason Grubb
¿Quién es Jason Grubb?
Jason Grubb es un crossfitter profesional de 46 años reconocido en el ámbito del fitness y el atletismo. Su recorrido en el mundo del crossfit es impresionante, marcado por una pasión por el entrenamiento y una determinación inquebrantable. Ascendió hasta ubicarse entre los mejores atletas de la disciplina a través de un entrenamiento intensivo y una disciplina rigurosa.
Jason Grubb ha pasado muchos años perfeccionando sus habilidades y superando sus límites, lo que le ha llevado a muchos éxitos en la escena del crossfit.
El patrimonio neto estimado de Jason W. Grubb es de al menos $ 5,68 millones al 31 de agosto de 2015. Jason Grubb posee más de 30,274 unidades de acciones de Santander Consumer USA Inc por un valor de más de $ 1,648,858 dólares y durante los últimos 9 años Jason ha vendido acciones de SC por un valor de más de $ 4,029,907.
Su salario anual atestigua su reputación y su éxito en el campo, pero es sobre todo su pasión y su compromiso con el deporte lo que lo distingue. Su inspiradora historia como crossfitter es un ejemplo de perseverancia y determinación para los seguidores de esta exigente disciplina.
Introducción
En este artículo, Jason Grubb le contará sobre su experimento con 30 días de exposición deliberada al frío, los resultados de este experimento y sus intenciones para el futuro. Aunque pueda parecer un poco loco lidiar con el frío, en realidad existe una sólida base científica detrás de esta práctica. Decidió afrontar este desafío de exposición al frío porque descubrió los numerosos beneficios de los baños de hielo por la mañana. La temperatura es un estímulo poderoso que puede tener un impacto significativo en nuestro cuerpo y mente.
Los beneficios de la exposición al frío
Anteriormente usaba la terapia de frío ocasionalmente después de mis entrenamientos, pero cuanto más aprendía sobre los beneficios de la exposición al frío, más me intrigaba. Los beneficios potenciales de la exposición al frío me parecían impresionantes, así que decidí afrontar el reto de exponerme al frío durante 30 días utilizando mi baño de hielo, un recipiente especialmente diseñado para este fin.
Los resultados y beneficios observados.
No te voy a mentir, hacía mucho frío y todavía lo hace. No soy el tipo de persona que entra sin mostrar dolor, siempre me deja sin aliento. Cada día siento una resistencia interna considerable, pero aunque esto sólo me dé resiliencia, es suficiente para mí. Sin embargo, personalmente he visto resultados mucho más importantes que la simple resiliencia.
En primer lugar, noté una mejora en mi claridad mental y me resultó más fácil concentrarme en mis tareas a lo largo del día. Podría ponerme a trabajar inmediatamente después de mi baño de hielo y permanecer en mi zona de concentración más tiempo que antes. Probablemente esto se deba a que la exposición al frío activa el sistema nervioso simpático, lo que mejora las funciones cognitivas y aumenta la atención.
Luego noté un impacto positivo en mis músculos adoloridos y en las partes doloridas de mi cuerpo. Por ejemplo, llevaba unos meses teniendo problemas de dolor lumbar y tras la exposición al frío noté una marcada mejoría. La exposición al frío puede aumentar la producción de endorfinas, analgésicos naturales.
El beneficio más grande y notable que he observado es la mejora en mi bienestar mental. Descubrí que la exposición al clima frío podría ayudar a reducir el estrés y mejorar mi salud mental. Las investigaciones han demostrado que las endorfinas de las que hablé anteriormente pueden mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés y la ansiedad, además de promover el bienestar general. De hecho, sentí estos efectos durante todo este proceso.
Mi investigación también me permitió descubrir otros beneficios de la terapia de frío. Primero, mejora de la función inmune y la resistencia cardiovascular. Se ha demostrado que la inmersión en agua fría aumenta la producción de glóbulos blancos, esenciales para combatir infecciones, y mejora el flujo sanguíneo a los músculos, promoviendo así la resistencia cardiovascular.
Hay muchos otros beneficios de la terapia de frío y uno de mis recursos favoritos para profundizar en el tema es el podcast de Andrew Huberman, donde analiza la exposición al frío. Es un episodio largo de dos horas y media, pero definitivamente vale la pena escucharlo si estás interesado en aprender más.
Respuestas a preguntas frecuentes sobre la exposición al frío
Después de mis publicaciones en las redes sociales sobre mi experiencia en el baño de hielo, recibí muchas preguntas sobre la exposición al frío. Aquí responderé algunas de las preguntas más comunes:
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¿Es seguro practicar la exposición al frío?
La exposición al frío puede ser segura si se toman las precauciones necesarias. Es importante nunca aventurarse en aguas peligrosas, como un río frío donde podría ser arrastrado. Además, no se recomienda practicar la hiperventilación antes de una sesión de exposición al frío. -
¿Qué temperatura debe tener el agua para la exposición al frío?
La temperatura ideal del agua para la exposición al frío varía de persona a persona. Es importante apuntar a una temperatura que sea realmente fría, pero en la que puedas mantenerte seguro. Algunas personas pueden tolerar una temperatura de 15 grados centígrados, mientras que otras prefieren 7 grados. Cuanto más frío sea el estímulo, menos tiempo necesitarás para exponerte a él. -
¿Cuál es el mejor método de exposición al frío, baños de hielo o duchas frías?
Los baños de hielo y las inmersiones en agua fría hasta el cuello son métodos excelentes, pero las duchas frías también pueden ser efectivas si no tienes acceso a un baño de hielo. -
¿Cómo puede la exposición al frío aumentar la energía y la concentración?
La exposición al frío provoca la liberación de epinefrina y norepinefrina en el cerebro y el cuerpo, lo que puede ponerlo alerta y aumentar su energía y concentración. Estas sustancias químicas permanecen elevadas durante algún tiempo después de la exposición, lo que proporciona beneficios duraderos en términos de energía y concentración. -
¿Cómo puede la exposición al frío mejorar el estado de ánimo y desarrollar la resiliencia?
Al afrontar el estrés de la exposición al frío como un desafío importante, se puede ejercer control mental sobre los centros cerebrales más profundos que regulan los estados reflejos. Esto ayuda a desarrollar la resiliencia y la capacidad de afrontar otras situaciones además de la exposición al frío. Es un poco como sumergirse en la "cueva del dolor" sin tener que realizar ningún entrenamiento adicional. -
¿Cómo puede la exposición al frío estimular el metabolismo y promover la pérdida de peso?
La exposición al frío aumenta la densidad y/o actividad de la llamada grasa parda, que es un tipo de grasa metabólicamente más activa que otras. Además, la exposición al frío también puede aumentar la producción de adrenalina, lo que favorece la degradación de las células grasas.
Consejos para quienes quieran probar la exposición al frío.
Si está interesado en la exposición al frío, aquí tiene algunos consejos para empezar:
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Empiece por tomar duchas frías. Disminuye gradualmente la temperatura del agua con el paso de los minutos y trata de mantenerla el mayor tiempo posible. Aumente gradualmente la duración a medida que se acostumbre.
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Practica la técnica de respiración de Wim Hof . Esta técnica de respiración específica prepara el cuerpo y la mente para situaciones difíciles, como la inmersión en un baño de hielo. Busque tutoriales de Wim Hof en YouTube para aprender este método.
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Invierta en un baño de hielo o cree su propio recipiente para baño de hielo. El baño de hielo es resistente, con un drenaje en la parte inferior y una tapa, lo que facilita su uso. Sin embargo, también puedes utilizar botes de basura de plástico u otros contenedores similares si lo prefieres.
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Mantenga un diario para documentar su experiencia. Note los cambios que siente, tanto física como mentalmente. Esto le ayudará a evaluar si la exposición al frío es adecuada para su rutina y sus necesidades personales.
Conclusión
Para responder a la pregunta de si continuaré, la respuesta es sí, sin lugar a dudas. Además del café de la mañana, la exposición al frío se ha convertido en mi parte favorita del día. Me siento vigorizada y no puedo negar los efectos positivos en mi estado de ánimo, bienestar físico y rendimiento. Incluso espero con ansias mi baño de hielo todas las mañanas.
Si estás preparado para afrontar el reto de exponerte al frío, no dudes en intentarlo. Sin embargo, asegúrese de tomar las precauciones necesarias y respetar sus límites individuales. Escuche siempre a su cuerpo y consulte a un profesional sanitario si es necesario. La exposición al clima frío puede proporcionar muchos beneficios sorprendentes para su salud y bienestar. Entonces, ¿estás listo para sumergirte en esta refrescante experiencia?
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